
GLD (ETF del oro) suele tener bastante presencia en el mundo de la inversión pasiva. Existen numerosos referentes de prestigio que nos proporcionan una serie de gráficos con activos, sectores o lo que sea donde diversificar nuestro dinero. La idea consiste en mantenerlo durante décadas y retirarnos con algo de pasta para la jubilación. A nivel personal, no soy un gran fan de la inversión pasiva, pero eso es tema para otro post.
En esta salsa de activos que holdear por décadas tirando de infinita paciencia, el oro tiende a estar presente debido a la escasa correlación que tiene con el mercado (como el SPY por ejemplo).

La beta de GLD con respecto al SPY desde el 2013 al 2014 es de 0.04. Es decir, se posiciona en terreno neutro y básicamente se la resbala lo que haga o deje de hacer el mercado. El oro va a su bola.
Es más, aquí tienes unas estadísticas claves sobre ambos activos siguiendo el enfoque buy and hold anterior.

Realmente, estamos asumiendo un riesgo sobredimensionado si tenemos en cuenta el CAGR del 9.5% y un drawdown máximo del -21.2% (estos resultados son en bruto, es decir, no están ajustados a la inflación ni se tienen en cuenta comisiones).
El SPY tampoco es ninguna maravilla. Un CAGR del 12.27% para un drawdown máximo del 33.3% es, posiblemente, excesivo.
De hecho, si lo miramos más de cerca y pasamos a un gráfico de los drawdowns experimentados por GLD, vemos que en varias ocasiones alcanzó drawdowns de al menos un 15%.

Por mucho que pueda cubrir las fuertes caídas del SPY como las experimentadas en el Volpocalypse del 2018 o el brutal sell-off de la pandemia del 2020, a la larga uno puede tener la sensación de que no es la mejor alternativa.
En este caso, poner todos los huevos en el SPY hubiese arrojado una mejor rentabilidad: más CAGR y menores drawdowns.
¿Tiene sentido entonces invertir en el oro?
Pues sí, y bastante.
Voy a enseñarte cómo opero GLD.
Pero antes, permíteme comentarte que así es como opero la mayor parte de mi cartera, y GLD solo es uno de los activos elegidos. Si quieres saber más, deberías suscribirte a mi newsletter. Es aquí abajo.
Pero antes de nada hemos de tener presente la nueva normalidad de la volatilidad. Por lo tanto, desde el 2018 opero el oro de manera diferente a cómo lo habría hecho antes del 2018. Nuevo panorama, nuevo enfoque.
No obstante, para esta prueba, no tendremos en cuenta el cambio de régimen de volatilidad.
Vamos a dividir las comparativas en 2 segmentos: volatilidad baja a media y volatilidad alta.
GLD en Volatilidad Baja a Media


En entornos de volatilidad baja a media la beta sube bastante, pasando de 0.04 a 0.34.
Aunque el drawdown máximo se dispara hasta un 38.32%. Parece no tener demasiado sentido holdear GLD en entornos de volatilidad baja a media. El rendimiento del SPY es muy superior en prácticamente todos los sentidos. Más CAGR y menores drawdowns. Al menos desde el 2013 al 2025.
GLD en Volatilidad Alta


Aquí GLD se viste de goleador y pasa por encima del SPY sin demasiadas dificultades. Dominando desde casi el principio del backtest.
Mejor CAGR, menor drawdown máximo, beta en terreno negativo con un -0.13, y menor volatilidad anualizada, entre otros.
En escenarios de volatilidad elevada es cuando me lanzo de cabeza sobre GLD y me deshago de los activos correlacionados con el mercado.
Pero el oro solamente es uno de los activos donde invierto mi capital en momentos de volatilidad alta.
Y de hecho, no es el mejor.
En otro post hablaremos del activo que arroja los mejores resultados cuando la volatilidad se vuelve peligrosa y el mercado está nervioso.