Las falsas promesas de pelotazos rápidos suelen ser ese canto de sirena que arrastra a muchos hacia los mercados. La gestión del riesgo no importa… hasta que el mercado te da una ostia.
En el trading, la gestión del riesgo no es opcional, es tu escudo contra las embestidas del mercado. Sin ella, estás muerto. Y sí, olvídate de los sueños húmedos de «hacerte rico mañana».
Grábale esto a fuego lento a tu almohada para que no se te olvide ni mientras duermes:
«Las pérdidas te hunden más rápido de lo que las ganancias te elevan.»
Por ejemplo:
Si tu cuenta palmó un 50%, necesitarás un 100% de ganancias solo para recuperar lo perdido. ¿Duro, eh?
Ahora imagina esto a gran escala. El ETF ARKK Innovation de Cathie Wood sufrió un drawdown superior al 80%. Para volver al pico de diciembre de 2021, necesita más de un 400% de ganancias. ¿Lo logrará? Y si lo logra, ¿cuántos años le tomará?
Si incluso los grandes sufren con una mala gestión, ¿qué te hace pensar que tú serás la excepción?
Sin rodeos, preservar tu capital es más importante que duplicarlo. Operar con una mentalidad defensiva te permitirá permanecer en el juego a largo plazo. Ahora bien, si lo tuyo es ver desde el banquillo cómo se mueve el mercado, sigue buscando pelotazos (casi) imposibles.
Para empeorar las cosas, las redes sociales están plagadas de pseudotraders. Estos mismos que comparten gráficos saturados de líneas fluorescentes, «ganancias de Monopoly» y rendimientos que harían parecer hasta al mismísimo Warren Buffet como un novato (y de los malos).
Cuando veía estas publicaciones, me preguntaba:
«¿Qué coño estoy haciendo mal? Mis resultados ni se acercan a esto.»
Spoiler: la mayoría de esos perfiles son puro humo. Editar capturas es más fácil que operar con disciplina.
Me costó, pero lo entendí. El trading no se trata de emociones; se trata de procesos tan emocionantes como ver secar pintura:
- Gestión del riesgo.
- Documentar operaciones.
- Control emocional.
- Análisis post-operativa.
- Gestión del tiempo.
- etc.
Esto tiene mucho que ver con elegir tu «difícil». Pregúntate: ¿Qué es más difícil?
- Hacer el trabajo aburrido, repetitivo y disciplinado.
- Ver cómo tu cuenta desaparece.
La elección es obvia.
Pensé que operar sin gráficos era una locura. Pero, ¿sabes qué? Lo probé. Y hacer que mi trading fuera tan monótono como un lunes por la mañana me permitió lograr resultados que antes parecían imposibles
El aburrimiento es mi amigo. Si quiero emociones, me voy a un puto casino. Pero no me la juego con el dinero que tanto tiempo me costó ganar.
Hoy mismo, escribe tus reglas de gestión del riesgo. Grábatelas a fuego. No esperes a que el mercado te dé una ostia para aprender esta lección.
El trading no es para valientes, sino para los más disciplinados.
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