Si ya te has leído alguno de mis posts, sabes que me gusta ir a saco. Y esta publicación no va a ser menos: dar solo el 100% es de perdedores. Y esto aplica a cualquier actividad de alto nivel, ya sea trading, negocios, deporte o el partidillo de casados contra solteros de las fiestas de tu pueblo.
Pero en el trading, el entorno más competitivo del mundo, tiene una importancia que te cagas.
Tus rivales son multiforma. Tenemos por un lado humanos, sistemas automatizados de alta frecuencia, y la IA, que ya están dando ese 110%, mientras tú te quedas hipnotizado observando si esa vela de 1 minuto llega al profit.
Esto no es el colegio. Aquí si sacas un 5 no pasas de curso, y solo te felicitarán aquellos que se han llevado tu dinero. Duro, eh.
Si llevas aquí tiempo, ya sabes que tu objetivo es ganarle a quien sea que tengas enfrente y quedarte con su pasta. Ya sea un humano, un sistema de alta frecuencia, una IA o un calamar del atlántico.
Pero una cosa: dar el 110% no quiere decir que tengas que ir pegando gritos como un espartano en 300. Significa que debes ser excelente en cada una de las subáreas del trading o de la actividad en la que quieras sobresalir.
Y esto, como en todo, implica áreas que te gustan, y otras que preferirías evitar a toda costa. Pero si las evitas palmas, recuerda.
1- La gestión del riesgo es tu seguro de vida. Si no das ese 110%, vas a reventar tu cuenta antes de que sepas en qué día vives.
2- La gestión emocional es el talón de Aquiles, a menos que tu sistema de trading esté totalmente automatizado, y aún así no estarías del todo a salvo. Este es un juego mental. Si te tiemblan las manos haciendo day trading al ver una vela roja gigante, no te espera un buen futuro.
3- Las estrategias, que según las redes sociales son el único pilar del trading, son importantes pero no tanto. Generalmente, cuanto más simple, mejor. Pero simple no implica rudimentario, ojo.
4- Establecer una rutina sólida no solo optimiza tu operativa, sino que también elimina incertidumbres que alimentan el estrés emocional. Saber exactamente qué hacer, cuándo hacerlo y cómo actuar reduce esa ansiedad paralizante que surge en momentos de alta presión. Si haces lo mismo, a la misma hora, y cada maldito día laboral, el trading se vuelve predecible, aburrido. Y créeme, en este juego, aburrido significa eficiente.
5- El backtesting continuo te permite fluir como el agua descendiendo por un río. El trading evoluciona. Lo que funcionaba hace 5 años puede ya no ser viable hoy.
6- Ser trader no es sinónimo de estar sentado todo el día delante de las pantallas. El trading no debería ocupar una gran parte de tu día. O gestionas tú tu tiempo con el trading, o el trading lo gestionará por ti y te tendrá esclavizado todo el puñetero día delante de las pantallas.
7- La energía en el trading, de lo que ya hablamos en otro post, es innegociable. Hacer ejercicio regular, dormir bien y alimentarte saludablemente impacta directamente en tu rendimiento. ¿Apostarías por un trader que dueme 5 horas al día y se alimenta a base de ultraprocesados? Pues eso.
8- Tu entorno debe estar totalmente bajo tu control. Operar en un entorno bullicioso y con más distracciones que un parque de atracciones acabará con todas las posibilidades que podrías tener de ganar.
9- Tampoco te olvides del análisis post-trading. Averiguar aquello que funcionó y que no funcionó, y por qué lo hizo, tiene un valor incalculable.
Y podría seguir enumerando subáreas críticas y que afectan directamente a tus resultados en este fascinante mundo.
Como ves, el trading es multidimensional, y poco tiene que ver con andar publicando imágenes en las redes sociales de tus grafiquitos. Y ojo, que cada una de estas dimensiones solo es una pieza del rompecabezas. Si fallas en una, aunque sea pequeña, fallas en todas.
Así que eso: identifica cada área y busca acercarte al 110% en cada una de ellas. Estás compitiendo en el entorno más despiadado del mundo. Da ese 110%. No porque el mercado te lo exija, sino porque es la única forma de convertirte en ese trader que todos quieren ser pero pocos se atreven a construir.