A ver, en la vida siempre estamos eligiendo nuestro «difícil», y no hay escapatoria. Y con cada decisión, hay un precio a pagar. Esto lo puedes tomar en serio o ignorarlo y permitir que la vida te pase por encima, pero la neutralidad es un cuento de Disney.
De hecho, ahora mismo mientras lees esto, estás pagando un precio.
Solo tú sabes cuál. Tal vez te hayas cansado de perder pasta como un iluso que centra todos sus esfuerzos en pintar gráfiquitos con líneas fucsias, formas geométricas supuestamente reveladoras del futuro y capturas ultramolonas de supuestos profits presumiendo en las redes sociales.
Pero claro, la realidad es otra: Tu cuenta se inunda más rápido que un bote salvavidas agujereado en medio del pacífico.
Pero hay algo bueno en todo esto. Y es que ahora ya sabes que a la rentabilidad no se llega recorriendo ese camino de instatrader perdedor.
El precio a pagar para convertirse en trader rentable es bien distinto. Y sale caro. Abrazar lo aburrido, monótono y poco glamuroso es lo que separa a aquellos que lo logran de aquellos que lo sueñan.
¿A qué puñetas me refiero?
Gestión del riesgo, análisis post-operativa, documentar cada maldita operación, llevar un diario emocional, etc. En este post te explico por qué el trading no es el puto rompecabezas glamuroso que crees. Es más aburrido que ver secar pintura, pero es lo que funciona
Y esos puntos deberían ser tu «difícil». Y si no lo aceptas, bueno, ya bien sabes el precio que estás pagando. ¿Te da pereza llevar un diario emocional? Pues más pereza te dará ver cómo pierdes dinero porque no te diste cuenta de que cada vez que operas cabreado por tu jefe, tu cuenta se desangra un 5%.
En el trading, el aburrimiento es el precio que pagas para ser consistentemente rentable. En cambio, si te divierte lo estás haciendo mal, y lamento ser yo quien lo anuncie por aquí.
Y esto de elegir tu difícil también aplica a otros ámbitos de la vida.
Vamos con la salud. Fácil y aplicable a todo ser humano.
El difícil #1 puede ser entrenar 4-5 veces por semana, comer saludable y descansar lo que tu cuerpo necesita. Y esto trae un alto nivel de energía, una salud envidiable y que tengas un orgasmo cada vez que te mires al espejo.
Y otro (muy, pero muy) difícil #2 puede ser el de evitar el gimnasio, comer el primer ultraprocesado que pilles y volverte más sedentario que una vaca pastando a 40ºC. ¿Resultado? Subes de peso, estás todo el día cansado, te sientes apático y te das asco al verte en el espejo.
Ambos caminos son «difíciles», pero solo uno paga dividendos a largo plazo. El otro solo produce placer en el momento y arrepentimiento (muy) doloroso a medio y largo plazo.
En el trading pasa exactamente lo mismo. Puedes elegir el difícil de gestionar tu riesgo, documentar cada operación, analizar tus resultados, gestionar tu tiempo, etc. Es tedioso y aburrido, sí, pero te acerca al objetivo de ser rentable.
Y mientras tanto, las redes sociales están llenas de instatraders presumiendo de supuestos profits de 5 cifras, coches alquilados y vidas de cartón. Pero, ¿sabes qué? La realidad es mucho menos sexy: los verdaderos traders no tienen tiempo para esa mierda. Están demasiado ocupados gestionando su riesgo y ejecutando una rutina sólida y ganadora.
Así que ya sabes: o eliges aburrirte para ganar o sigues divirtiéndote viendo cómo tu cuenta se va a la mierda más rápido que una pizza en una dieta keto. Elige tu jodido difícil.